El mercado de autos usados tiene grandes oportunidades de negocio. La oferta es enorme, con una gran variedad de unidades y diferentes prestaciones. El único problema es que todos están usados y hay que seguir unos pasos para evitar dolores de cabeza. Estos son nuestros consejos para comprar un auto usado.
Hazte las preguntas correctas
Siempre debemos hacernos las preguntas adecuadas. Antes de iniciar la búsqueda, debemos determinar el tipo de coche que queremos y luego analizar las condiciones de la unidad elegida. Tenemos que tener claro nuestro presupuesto y fijar el precio más alto que podamos conseguir. También hay que decidir qué tipo de coches necesitamos a medio plazo.
Donde mirar
Una vez que hemos decidido el tipo de coche que queremos, tenemos que empezar a buscarlo. Te sugerimos que empieces por tu entorno, tal vez te sorprenda que un familiar o amigo te venda un auto perfecto. Si no es así, aprovecha las ferias que venden coches usados para visitar algunas unidades o visitar concesionarios y profesionales. De la misma forma, consulta las distintas páginas web que promocionan coches usados.
Particular o Profesional
¿profesional o personal? Una pregunta sin una respuesta clara. Ya sabes, si vas a comprar un coche a un particular, además de negociar, puedes hacer más preguntas sobre el vehículo, recopilar más información y, por el contrario, habrá menos garantías. Con un profesional, obtienes menos información del vehículo, pero a cambio obtienes más seguridad y respaldo. Eso sí, asume siempre que uno y otro son personas honestas y serias.
Hacer las preguntas correctas
Si tienes el auto ideal frente a ti, haz las preguntas apropiadas. Sin embargo, estos pueden cambiar si se trata de profesionales o particulares. No puedes olvidar preguntar: ¿por qué vendes el coche? ¿Tuviste un accidente? tienes un manual de servicio? ¿Culpa? ¿Tiene facturas por estos fallos? ¿Cuántos dueños tiene? ¿Está “durmiendo” en el garaje?
Revisa el auto
La revisión del vehículo tenía que ser exhaustiva, al menos en la medida de lo posible. Para ello, no podemos olvidarnos de pedir documentación, insistiendo en comprobar si existe una carga económica. Mire también la hoja técnica, verifique si el manual del propietario está allí y si tiene un contrato de venta a mano.
Si ha completado el papeleo, verifique la apariencia. No pienses tanto en los rayones como en las diferencias de pintura entre áreas, el mal cierre de las puertas o si el espacio entre las partes es más grande de un lado que del otro. En el interior deberás comprobar el estado de los pomos o volante, pero también la holgura de los asientos o cinturones de seguridad. Si alguno de estos elementos tiene demasiado brillo o está en mal estado, los kilómetros indicados pueden no ser ciertos. Finalmente, no olvide levantar la llanta de refacción e inspeccionar la carrocería en busca de abolladuras.